Titón en Ghost Poster. Últimas escenas

 Andrés D. Abreu  Tomado de www.lajiribilla.cu

Últimas escenas fue la exposición que abrió la más reciente Muestra Joven ICAIC y con ella Eduardo Marín y Agapito Martínez daban continuidad al proyecto Ghost Poster, acción curatorial que ha propiciado una plataforma creativa de nuevos carteles para proyectos fílmicos que no han alcanzado concretarse sobre el celuloide desarrollando en su paradójica y simbólica operatoria un llamado de preocupación ante la menguada producción cinematográfica nacional, la continuidad de su preciada cartelística y esa angustia existencial que para todo creador impone la obra inconclusa.    

Ghost Poster nace de la interrogante a problemáticas, y ancla sus significados en los campos propios del arte al cuestionarse en su elipsis más obvia a la industria del cine cubano mientras por otra parte apoya la salvaguarda de un proceso altamente valorado en la cultura visual nacional: la producción artística de carteles para el cine, proceso, por consecuencia, igualmente deprimido.

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Fabián Muñoz, «Una mujer santa»
(Largometraje)

Apuntar bien desde el comienzo le ha garantizado a estos curadores una aceptación indiscutible de su propuesta que con Últimas escenas, la segunda acción desarrollada por el proyecto, subió el tono metafórico de las interrogantes para con los procesos creativos y la historia del arte nacional. Escoger a Titón (Tomás Gutiérrez Alea), el más mítico e internacionalmente reconocido realizador cubano, como punto de mira para investigar un proceso de obra no realizada fue situar el blanco de disparo mucho más alto y exigirse una finísima puntería pero de igual modo se aseguraba un mayor nivel de expectación ante todo cuestionamiento y una mayor amplitud de alegorías tras el planteamiento del discurso acerca de esa paradigmática obra truncada. 

Los curadores lograron crearse un buen camino investigativo al abrir las puestas de una fuente esencial: “La colaboración de Mirtha Ibarra para este proyecto fue fundamental. Sin su generosidad y complicidad crecientes, esto quizá habría sido posible, pero de otra manera, menos completa. Revisó zonas de la papelería de Titón que aún para ella resultaban inéditas y nos fue sorprendiendo con nuevas sinopsis, historias que incluso desbordaron nuestro recursos iniciales”. 

Ya en la primera edición de Ghost Poster aparecieron dos títulos irrealizados de Titón y tras la publicación de su epistolario, editado por Mirtha Ibarra y Juan Antonio García Borrero, los curadores se decidieron a abordar la problemática fundamental de su proyecto desde la singularidad de este creador, evidentemente conscientes del alcance universal que se extiende  desde su personalidad creadora. 

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Nelson Ponce, «Otra tumba para Leroy»

Impuestos de la magnitud comprometedora que significa el cine de Tomás Gutiérrez Alea y de las consideraciones al cartel cubano por su “revolución en cuanto a los patrones formales y conceptuales imperantes en la segunda mitad del pasado siglo,… objeto de análisis teóricos e historiográficos que lo ubican como uno de los paradigmas de la cartelística mundial”, Eduardo Marín y Agapito Martínez apostaron por la correcta selección de los diseñadores como el ardid fundamental para la concreción de su propuesta. En ello estaba la clave para cualquier puesta final del proceso. Los carteles debían ser suficientes en sí mismos para sustentar todo el peso de significantes que emanaba de la investigación.   

Un buen conocimiento del gremio de creadores gráficos y un certero análisis selectivo de los creadores visuales cubanos más aptos para tal tarea de conceptualización y poetización de las implicaciones generales y las  incertidumbres contenidas en las ideas inconclusas de Titón  —tanto como suceso en sí mismo, como desde las  demandas y sugerencias específicas e interiores de cada proyecto irrealizado— les permitió lograr un team de trabajo que consiguió uno de los homenajes más sugerentes que se hayan realizado desde el arte cubano.  

Últimas escenas desde la proyección de esa carpeta de 30 carteles alusivos a la obra que no pudo concluir Titón, sensible realidad si imaginamos cuánto más pudo dejarnos cualquiera de esas piezas, es también una pregunta mucho mayor a los procesos de creación humana, al arte actual, a los compromisos entre este y los procesos sociales y culturales en que se desarrollan. Y es también una reverencia ante esa agonía que implica en su esencia crear y cómo ese parto está expuesto a no sobrevivir a su debate con el tiempo y el contexto.  

El cine en su carácter reconocido de industria es un ejemplo evidente del complejo entramado de factores e intereses a los que se expone la ilusión de crear una obra. Incomprensiones, censura, competitividad, economía, políticas, preferencias, imposibilidad física, toda la vida desde su mayor simpleza y hasta la muerte como final inevitable están llenos de posibles atentados contra esa utopía del artista. Por eso se agradece todo acto a favor de la concreción de esa sublime acción. 

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                              José Ángel Toirac, «Inocencio Izquierdo»
(Largometraje)

Últimas escenas desde la provocación polémica del proyecto Ghost Poster y las interpretaciones desarrolladas por varios de sus participantes volvió a situar a Titón en el centro del arte cubano y ante los conflictos de la vida nacional. La sencilla exposición de esta carpeta de carteles contenía un aluvión de inquietudes éticas y estéticas latentes en la obra de cada diseñador y artista, redimidas gráficamente sobre las insinuaciones y proyecciones que quedaron a la espera en los archivos de Tomás Gutiérrez Alea (Titón). 

“Los artistas plásticos a los que invitamos nos ofrecían la confianza de que en su método creativo hay una escala conceptual previa a la plasmación de la imagen definitiva, consideramos eso una garantía de cara al cartel.”

Los curadores  


Listado de creadores de la exposición Últimas escenas y proyectos sobre los cuales crearon sus carteles:

Abel Barroso. «La Palma»

Carlos Quintana. «Contra su voluntad»

Darién Sánchez. «W. C. Ryan»

Duvier del Dago. «El camino de Santiago»

Edel Rodríguez Mola. «Federica Bremer»

Eric Silva. «El reino de este mundo»

Fabián Muñoz. «Una mujer santa»

Fernando Rodríguez. «El encuentro»

Giselle Monzón. «Weekend in Havana»

Ibrahim Miranda. «Cuba mía”

Idania del Río. «El alquimista»

Javier Guerra. «Se venden paraísos naturales»

Jorge Perugorría. «Los pasos perdidos»

Jorge Rodríguez Diez (R10). «La periodista»

José Ángel Toirac. «Inocencio Izquierdo»

Juan Carlos Alom. «Muerte al invasor»

Julio César Peña. «El triunfo de la muerte»

Lázaro Saavedra. «El arpa y la sombra»

Marwin Sánchez. «Simón Rodríguez»

Michele Miyares Hollands. «Homo sapiens» 

Nelson Ponce. «Otra tumba para Leroy»   

Noel Morera. «Caballos salvajes»

René Francisco. «Passing through Havana»

Reinerio Tamayo. «La bicicleta»

Roberto Diago. «Calibán»

Pablo Monterrey. «La increíble historia de Martín Romaña»

Pepe Menéndez. «El pequeño dictador»   

Raúl Valdés (Raupa). «Fur Elise» 

Roberto Ramos. «Aura»

Eduardo Marín. “Cartel de la exposición”

 

 

 

 

 

 

 

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